Había una vez una payasa que se llamaba Pipa. Tenía tres hermanos: Golosino, Membrilla y Huevo Frito. Ellos tenían un precioso trabajo, iban al hospital para hacer reír a los niños enfermos.
Hacían trucos de magia, contaban chistes, se chocaban contra las puertas... Vestían con ropa estrambótica y llamativa: calcetines en la cabeza, corbatas tan largas como una persona..., eso sí, todos llevaban una nariz roja.
Pipa lucía un bombín, vestido y enormes zapatos rojos y una camiseta de flores. Según ella los fines de semana era "la Pipa salá" y cuando se cortaba el pelo era "la Pipa pelá".
Todos los niños adoraban a los hermanos payasos.
Este trabajo no era remunerado; aunque para los payasos era suficiente con ver a los niños reir. Pero para su hipoteca, casa y estómago, no bastaba. Todo payaso tenía dos trabajos: Pipa era peluquera, Golosino trabajaba en un Kiosco, Huevo Frito era camarero y Membrilla..., en realidad nadie sabe a que se dedicaba.
Todos los niños adoraban a los hermanos payasos.
Este trabajo no era remunerado; aunque para los payasos era suficiente con ver a los niños reir. Pero para su hipoteca, casa y estómago, no bastaba. Todo payaso tenía dos trabajos: Pipa era peluquera, Golosino trabajaba en un Kiosco, Huevo Frito era camarero y Membrilla..., en realidad nadie sabe a que se dedicaba.
El problema surgió cuando los payasos se dieron cuenta de que no tenían tiempo para asistir a dos trabajos. Pipa tenía que elegir entre ser lo que más le gustaba, payasa, o poder salir adelante. A su pesar, Pipa tuvo que elegir ser peluquera.
Después de seis tristes y aburridos meses, a Pipa se le ocurrió una idea, ¿por qué no crear una asociación que nos permita hacer los que nos gusta?
Lo habló con sus hermanos y les pareció bien a todos. Ahora había que buscar un nombre, ¡qué tarea tan difícil! No se les ocurrió nada, decidieron irse a la cama: Pipa a su girasol, Huevo Frito a la sartén, Golosino al Kiosco y Membrilla al frigo. A la mañana siguiente el torpe de Huevo se dio un golpe al salir de la sartén y dijo: "¡qué pupa! De repente Pipa salió de su girasol, era el nombre perfecto "PUPACLOWN". Al cabo de un tiempo todo estaba listo.
Los payasos volvieron al hospital. Ellos recuperaron su sonrisa, los niños estaban contentos al fin. Los padres de aquellos niños hicieron una gran donación a "Pupaclown", y enseguida se corrió la voz.
En la realidad estas maravillosas personas siguen trabajando y "Pupaclown" recibe con las manos abiertas cualquier donación, ya sea grande o pequeña, todo es por una buena causa.
En la realidad estas maravillosas personas siguen trabajando y "Pupaclown" recibe con las manos abiertas cualquier donación, ya sea grande o pequeña, todo es por una buena causa.
DEDICADO A MIS AMIGOS LOS PAYASOS DEL HOSPITAL
Espero que os haya gustado mi redacción de lengua.
UN SALUDO, Laura.
hola Laura soy MD BM me ha encantado tu redacción de lengua.
ResponderEliminarHola MD BM, me alegro mucho de que te haya gustado.
ResponderEliminarBE CUAYET